sábado, 14 de junio de 2008

Los sueños cachurrientos de Cristóbal

Los piratas cazaban giles en los mares, miraban en televisión cosas muy raras, imágenes acústicas coloreando el silencio. Luces y sombras para un poco de magia. Serpentinas o serpientes volaban por encima de la cabeza de uno, bailando, acariciándose con el papel picado y el viento. ¡Cuanta felicidad Pepe! Con el candombe los pibes andan piola, vago. Pero pá mí que se comieron un choripan vencido. un muerto símbolo procesado y olvidado en algún lugar de la alacena de Dios o de… de… mejor voy a hablar de George Harrison, porque me conozco y si empiezo con lo de Dios me voy por las ramas y todo esto se extiende hasta las cartas de San Agustín y después los salmos y eso. Yo igual de George Harrison no se más que una o dos cosas, instantes galácticos en que perdimos el rumbo y los pibes chorros espaciales te desvalijan la combi y te hacen el orto. Después tenés que andar con cuidado, y no te podés sentar. Ese verano en la tele dijeron que iba a llover verga en punta y como buen hombre de moral correcta las vi caer por la ventana, deseando, envidiando tanta felicidad ajena
ruidos extraños
Objetos fálicos sonando a despertador
y esto fue lo último que Cristóbal pudo recordar de su sueño.

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